Ya he escrito varios artículos acerca de los problemas que pueden derivarse del uso de un calzado no adecuado, bien porque sea demasiado plano y deje el pie muy suelto (chanclas) o bien por tener demasiado tacón y obligar a hacer malabarismos para andar con ellos, lo cual, además de provocar predisposición a diversas dolencias y deformidades, también, lógicamente, aumenta las probabilidades de sufrir tropiezos, caídas y esguinces de tobillo.
Tal vez un recopilatorio de caídas motivadas por unos tacones rebeldes sean una manera de ilustrar lo problemático que puede ser este tipo de calzado, tanto a corto como a largo plazo. Que conste que no me opongo al uso de tacón, sino al no uso del sentido común.
Cómo tropezar contigo misma:
Cómo hacerte 10 esguinces en 3 segundos:
Cómo hacerte infinitos esguinces en 10 segundos:
Bonus: Las chanclas (y los giros) también son traicioneros:
Recordad:
No estoy en contra de los tacones; más bien en contra de las lesiones que provocan 😉 Existen formas de utilizar tacones y no morir en el intento. ¿Las aplicáis? ¿Compartís con nosotros vuestras experiencias -buenas o malas- con los tacones? ¡Os espero en los comentarios!
Imagen tomada del blog noumode.wordpress.com
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