Después de un tiempo en el dique seco por motivos técnicos, he vuelto a la actividad en el blog. Lo hago una vez mas para hablaros de una obra de la editorial Panamericana, que sabéis que colabora con este blog ofreciendo sus títulos para que yo los comente, sin más interes que el de difundir la obra para que llegue al público de este blog, que ya valorará si le interesa o no. En este caso tratamos el Atlas de Anatomía Humana de Mark Nielsen y Shawn Miller.
El formato es el que ya conocemos, todo un clásico de Panamericana, con sus colores azul y amarillo. Es un libro no demasiado grueso para ser un atlas de anatomía, y es que se diferencia de otros en que el objetivo es ser un libro práctico, funcional. En este Atlas de Anatomía Humana de Mark Nielsen y Shawn Miller la base, como se argumenta en el prefacio, es que no hay nada que represente mejor la realidad que la propia realidad, por lo que en el atlas no encontraremos dibujos o diagramas, sino fotografías de gran calidad de disecciones de cadáveres reales.
Como es normal, esto supone una serie de ventajas, pero también de inconvenientes. Empezando por las ventajas que le encuentro, sobre todo es que es muy práctico. El visualizar fotografias, no dibujos, hace que la experiencia sea mucho más realista, siendo de gran utilidad, por ejemplo, para preparar las clases prácticas de los alumnos que estudien anatomía.
La descripción de los distintos tipos de tejidos, las características del hueso, músculo, cartílago y las diferentes capas musculares que envuelven el esqueleto son solo algunos de los apartados que muestra este libro, donde los textos únicamente enumeran los elementos que aparecen en las imágenes, o bien hacen descripciones muy breves. Las fotografías son muy grandes y a todo color, incluyendo, como es lógico, diversas orientaciones, para abarcar toda la superficie de las estructuras que se estudian. Es un libro grande, pero no muy grueso, lo cual lo convierte en manejable.
Como contras podríamos señalar que los textos son muy escuetos, dedicándose casi en exclusiva a nombrar las estructuras, no a describirlas o a explicarlas. Esto es comprensible, teniendo en cuenta que es un atlas muy gráfico, pero para algunos puede ser un problema. También puedo comentar que, si bien aparecen imágenes de cada estructura orientada en varios planos, se echan de menos, en ocasiones, algunas fotografías más al detalle, por ejemplo, en articulaciones como la rodilla o el hombro.
En definitiva, según mi opinión después de haberlo estado empleando este verano, es que el libro no es para principiantes, pero es muy recomendable su uso junto a otros atlas de apoyo como, por ejemplo, los de la colección Platzer, que ya comentamos en este blog. Como he señalado anteriormente, creo que puede ser muy útil para estudiantes que preparen sus clases prácticas de anatomía o biomecánica, aunque necesitarán otro libro de referencia, con descripciones más exhaustivas de las características y función de cada estructura.
Atlas de Anatomía Humana en la web de Panamericana.
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