He querido comenzar la entrada colocando el vídeo que la encabeza, porque me parece muy interesante, muy descriptivo y muy útil para explicar que las personas mayores son como niños pero solo en el buen sentido de la palabra. Si no lo conoces, échale un vistazo. Es muy emotivo. Te espero mientras lo ves 🙂
¿Ya lo has visto? Ok. Sigo. Las personas mayores se hacen dependientes, pierden capacidades físicas, necesitan ayuda para su cuidado personal, alimentación, evitar caídas, hacer actividades, aprender o reaprender… En ocasiones expresan sus emociones mediante llanto, «rabietas» u otras conductas, porque no saben (o más bien, no pueden) hacerlo de otra manera.
¿En qué sentido los mayores son como niños?
Si, los mayores son como niños si con eso nos referimos a que necesitan paciencia, atención, cuidados, cariño, comprensión y mucha, mucha habilidad para tratar con ellos. A veces necesitan que seamos un poco autoritarios, algo paternalistas, para decirles lo que les conviene: «tómate las pastillas para ponerte mejor», «come, que así estarás más fuerte», «haz ejercicio, que así estarás sano y podrás moverte mejor«…
Pero siempre recordando que ellos tienen una historia de vida y de superar dificultades que no debe hacernos pensar que nosotros, como profesionales sanitarios, familiares o cuidadores, lo sabemos todo y tienen que obedecernos en todo momento, y pensar que por ello debemos tratarlos como si no supieran nada de nada.
¿Tratamos a los mayores erróneamente como niños?
Un artículo muy comentado estos días, del cual también hemos hablado en mi centro de trabajo, es éste en el que se habla del lenguaje y trato infantilizante como una forma poco recomendable de comunicarnos con las personas mayores, sobre todo en situación de dependencia. Incluso hay quienes lo consideran una forma de maltrato.
Según el post que enlazo en el párrafo anterior, utilizar diminutivos en exceso, emplear un tono de voz infantil, hablar continuamente en tono muy alto, no tener en cuenta lo que dice la persona mayor, uso de muchos términos afectivos, … En inglés se denomina elderspeak.
Es cierto que, en ocasiones, hay personas mayores que requieren una adaptación de nuestro vocabulario y uso del lenguaje para comunicarnos mejor: hablar más alto si no escucha muy bien (yo siempre que puedo prefiero acercarme más y hablar a un volumen normal), hacer frases cortas y sencillas si le cuesta procesar y comprender la información, utilizar términos cariñosos o afectivos si a la persona le resulta reconfortante y conseguimos así sacarle una sonrisa, etc.
Pero imponer nuestro criterio sin escuchar lo que nos cuenta, tratarlo como si no fuera capaz de hacer nada por sí mismo (aunque sea dependiente, seguro que conserva capacidades que puede aprovechar), recurrir a frases con diminutivos, apelativos cariñosos o chistes (cuando no a todo el mundo tiene por qué gustarle un trato así) o considerarlos que se quejan mucho porque están «llenos de achaques por la edad» puede generar malestar en la persona mayor, y potenciar una barrera que dificulte su colaboración.
Es un tema muy amplio y que da para mucho, así que me encantaría contar con vuestras opiniones en los comentarios. Termino como comencé: reafirmando mi postura de que los mayores son como niños en el sentido de que requieren mucha, mucha de nuestra atención, pero no en el sentido de que tengamos que tratarlos como si nosotros fueramos los adultos responsables y ellos unos pequeños seres que nos necesitan para todo y que pueden hacer nada por sí mismos, cuando, en realidad, tienen tanto que enseñarnos.
Para terminar, os dejo con un post del blog Crappy Brain, muy relacionado con el tema: Actividades de niños para cerebros adultos.
Y aquí un par de preguntas: ¿Consideras este «elderspeak» como un tipo de maltrato? ¿Qué opinas de la comunicación infantilizante con las personas mayores?
Corto «Capicúa» en el canal de YouTube de Rome Reports en Español
Imagen por imagerymajestic en freedigitalphotos.net
Me ha encantado el post!Estoy totalmente de acuerdo, de hecho el vídeo me ha llamado mucho la atención porque tengo una amiga que es profesora de educación infantil y cuando hablamos de nuestros respectivos trabajos coincidimos en muchos aspectos, sobre el comportamiento de los abuelos y el de los niños. Y claro, sobre cómo actuamos nosotras con ellos. Odio los profesionales que se dirigen a los abuelos como si fueran niños y englobo a todos: enfermeras, médicos, auxiliares y propios compañeros de profesión…yo siempre hablo con ellos teniendo en cuenta su edad, sus experiencias y por supuesto sin gritarlos aunque sean personas con problemas auditivos, ya que una vez que te acercas te oyen perfectamente!!!jajajaj perdón pero son cosas que me sacan de mis casillas…o cuando les describen lo que está pasando como si fuesen ciegos y no lo viesen (has visto?que ha venido tu hijo a verte eh?) y todo eso gritándolos claro. Bueno y ya paro, que me vengo arriba jajaja Un saludo y gracias por invertir tiempo en este blog!está genial!un saludo 🙂
Existen muchas personas que les estorba las personas mayores, haciendo que se sientan mal pensando que son un estorbo. Las personas mayores tienen etapas no todos son como niños, son personas felices y sabias por la experiencia que han tenido en sus vidas. Si tienes una dificultad o un problema no sabes como resolverlo la mejor estrategia seria preguntárselo a ellos que sabrán como aconsejarte.
Interesante debate para sacarlo a la luz con el objetivo de evitar un trato inadecuado a los mayores.
Los mayores no son niños y por supuesto no deben ser tratados como tal. Y para evitar que sean tratados así, bajo mi punto de vista lo primero que habría que hacer es no compararlos con niños. El encontrar similitudes y realizar comparaciones propicia a actuar en consecuencia.
Tratarles y considerarles como niños supone ejercer autoridad sobre ellos, transmitir una actitud que va en contra de la permanencia de su dignidad, y una visión errónea de la persona adulta que realmente es. Tratar con cariño y adaptar un lenguaje no quiere decir infantilizar.
Clara, Gracias por tu comentario. Efectivamente, se puede tratar con cariño, adaptar el lenguaje y hacer otro tipo de comportamientos sin infantilizar. Encontrar la forma adecuada de hacerlo sin duda es tarea de aquellos que tratamos con personas mayores 🙂