En una de las primeras clases en la Universidad, cuando nos explicaban los tipos de articulaciones y cómo funcionaban, nos hablaron también de esta cuestión: ¿Por qué crujen los nudillos y otras articulaciones?.
La respuesta que nos contaron en su día fue que en muchas articulaciones hay un líquido, llamado sinovial, que cumple diversas funciones: reducir la fricción entre las superficies aticulares, amortiguar el peso soportado por la articulación, nutrir al cartílago articular… Ese líquido tiene diversos componentes, entre los cuales se incluyen ciertos gases. Al presionar o estirar la articulación de forma brusca, se porduce una diferencia de presiones que provoca un movimiento repentido de esos gases, lo cual genera el chasquido.Normalmente, si se hace una vez, luego requiere un tiempo para volverse a repetir, puesto que los gases, al haber sido movilizados, no van a volver a provocar el chasquido inmediatamente.
Es importante diferenciar este crujido de otros chasquidos de la articulación que se repitan cada vez que se realice un movimiento, o se acompañen de dolor, lo cual puede ser indicativo de un deterioro o patología de la articulación, como puede ser una artrosis, artritis…
Parece que no está claro del todo si hacer crujir con frecuencia las articulaciones puede provocar algún tipo de deterioro o sencillamente es indiferente. No hay evidencias que asocien la práctica habitual de estos gestos que hagan crujir las articulaciones con patologóas como artritis u otras enfermedades articulares. No obstante, es mejor actuar con cautela y no abusar de esta práctica -ya que tampoco aporta beneficios- y, sobre todo, acudir a un profesional en caso de que los crujidos sean constantes y se acompañen de otro tipo de sensaciones, como roce, malestar, dolor…
Dejo el enlace a algunos artículos donde comenta el tema con más extensión, hablando de forma resumida de los tipos de articulaciones y su anatomía y funcionamiento.
Leer más en: medtempus.com, www.livescience.com
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