Una de las cosas que más me gusta de los últimos años en el campo de la Fisioterapia es el constante movimiento que hay en un afán de superar mitos, tradiciones y técnicas con poca (o ninguna) base científica, y el paso que se está dando para aplicar los tratamientos que han demostrado mayor eficacia, y realizar más estudios, investigaciones y puesta a prueba de los tratamientos que necesiten evidencia, para aceptarlos o rechazarlos. Así se hace la fisioterapia que mejor funciona.
Por desgracia todavía intereses particulares (o de ciertos colectivos), las campañas publicitarias y el «pues a mi me funciona» todavía siguen existiendo, pero me alegra ver que cada vez se insiste más y más en el pensamiento crítico, razonamiento clínico y en la responsabilidad de aplicar los mejores tratamientos; es decir, los que más eficacia demuestren, no los más cómodos, o los que piden nuestros pacientes basándose en modas o en que son los que «usan los famosos».
Es fácil localizar cada vez más centros de fisioterapia en España; pero lo más interesante es que aumenta no solo el número de centros, sino también la calidad de los tratamientos que se ofrecen. En algunos casos, la tentación de una publicidad basada en lo que el público demanda (sea ético o no) sigue haciéndose, pero cada vez es más frecuente que los fisioterapeutas busquen una formación en los métodos más eficaces, y que la Fisioterapia avance en el sentido de descartar lo que no funciona y quedarnos con lo que demuestre ser mejor.
La Fisioterapia que funciona la tenemos que hacer entre todos:
- Los fisioterapeutas: formándonos en técnicas eficaces y aplicando el razonamiento clínico y pensamiento crítico como forma de hacer nuestra profesión, además de ocuparnos de informar a la sociedad sobre nuestras capacidades.
- Las instituciones: favoreciendo la independencia de los profesionales sanitarios, dejando que actúen según criterios sanitarios, y no económicos o de otro tipo.
- Los pacientes: tomando una actitud responsable ante su proceso de enfermedad o lesión, y entendiendo que deben ser activos y no buscar tratamientos «a la carta» que se basen en percepciones erróneas o modas anticuadas.
Para conseguir que la Fisioterapia que funciona sea la que se realice en todas partes, creo que un punto muy importante es la divulgación que hacemos los propios fisioterapeutas de nuestra profesión. Enseñar a la sociedad, y también a los demás profesionales sanitarios y a las insituciones, qué cosas podemos hacer y cómo podemos ser útiles es el camino para que exista una percepción realista de los campos de actuación de nuestra profesión.
¿Cómo podemos hacer que esa Fisioterapia que funciona llegue a todas partes? Espero vuestras sugerencias en los comentarios 🙂
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