
– ¿Eliges la pastilla roja o la azul, Neo?
– Mmmm… la que haya demostrado efectividad terapéutica frente al placebo
Los condroprotectores son aquellos medicamentos a los que se les supone una acción protectora del cartílago articular, que se han venido utilizando en la artrosis de rodilla con el objetivo de mejorar la sintomatología. Como cualquier medicamento, suponen un coste económico (ya sea el paciente o el sistema sanitario quien lo financie) y también pueden tener una serie de efectos secundarios e interacciones con otros medicamentos.
Interesado en saber más sobre el tema, ya que trabajo con personas mayores donde es muy frecuente la artrosis, pregunté a algunos contactos vía Twitter. Agradezco a @_RaulFerrer y @cecilicp la información tan buena que me han facilitado. En concreto, los hallazgos en cuanto al uso de medicamentos como la glucosamina, el condrotín sulfato, el ácido hialurónico y la diacereína en el tratamiento de la artrosis de rodilla. Como podréis ver en las conclusiones, la utilidad de estos fármacos parece ser bastante escasa.
Estos fármacos son bastante utilizados, pero diversos estudios han ido demostrando que no resultan eficaces en el tratamiento de los síntomas de la artrosis, y que tampoco logran realizar una acción protectora del cartílago que resulte significativa, o al menos mejor que el placebo. Por lo tanto, son medicamentos que tienen un coste económico, pueden tener efectos secundarios e interacciones con otros medicamentos, pero no están aportando un beneficio significativo que justifique su uso, ni en el control del dolor, ni en la protección de la articulación, ni en otros síntomas asociados a la artrosis.
¿Son eficaces medicamentos como la glucosamina, condrotín sulfato, ácido hialurónico o diacereína en la artrosis de rodilla?
Creo que el deber como sanitarios consiste en dar una información actualizada y veraz, más allá de intereses personales, comerciales, etc. Leyendo el documento de abril de 2010 publicado en El Comprimido -medio perteneciente al Servicio de Salud de las Islas Baleares-, se exponen unas conclusiones interesantes: estos medicamentos, en revisiones y estudios recientes (consultar la bibliografía en el artículo), no han demostrado su eficacia en el tratamiento de la artrosis. Sin embargo, se da la paradoja de que en muchos sitios crece la prescripción de estos fármacos, mientas que en otros lugares baja, o incluso son considerados «complementos nutricionales» y no fármacos financiados por el sistema público. Invito a leer el texto completo, ya que mi resumen es más que esquemático, pues no pretendo sobrecargar esta entrada.
Para más datos, la Fundació Institut Català de Farmacologia elaboró un texto analizando la eficacia de estos medicamentos en la artrosis. Apoyándose en datos recientes, como un metaanális de 2010 entre otros, realiza una recomendación similar: los llamados condroprotectores no cuentan con estudios sólidos que demuestren su eficacia en el tratamiento de la artrosis. No son mejores que el placebo. No suponen un tratamiento de elección. Las guías del NICE (National Institute for Health and Care Excellence, página 160) no recomiendan ni la glucosamina ni el condrotín sulfato en el tratamiento de la artrosis. Además, la Agencia Sueca del Medicamento y la Agencia Danesa del Medicamento decidieron retirar la financiación pública de estos fármacos, porque consideraron que no tienen un efecto superior a placebo.
Y en el boletín nº 75 de Economía y Salud se vuelve a tratar el mismo tema. En la página 5 se analiza, llegando a la misma recomendación, la de no indicar para el tratamiento de la artrosis estos medicamentos cuya eficacia no está demostrada. No es razonable que el sistema los financie si no son eficaces, pero tampoco que el paciente los pague de su bolsillo si no son mejores que el placebo. Además, en el texto se pone de relieve que en España existen múltiples medicamentos que se recetan y financian sin que existan ensayos clínicos conluyentes, por lo que se resalta la necesidad de reevaluar estos fármacos antes de seguir comercializándolos sin más. Como otro apunte, en el blog de Vicente Baos, médico, también podemos leer información desaconsejando el uso de la glucosamina y similares debido a que no hay pruebas sólidas de su utilidad, y los estudios positivos suelen ser los financiados por las farmacéuticas, mientras que los independientes suelen lograr resultados más negativos.
Conclusiones: Falta de eficacia de los condroprotectores
En Internet, al igual que en otros lugares, existe multitud de información que, en ocasiones, incluso resulta contradictoria. He preguntado sobre el tema y esta es la información que me han recomendado las fuentes más fiables, y que aquí expongo para ayudar a difundirla.
Es cierto que también he encontrado información reciente que apoya el uso de los condroprotectores, pero no la he enlazado debido a que los sitios o bien eran medios generalistas (con poco criterio en cuanto a sus noticias de salud, sin citar fuentes ni datos precisos sobre las conculsiones expuestas) o medios que podríamos definir como «pro-fármacos», con afiliación a compañías farmacológicas o afinidad por los fármacos condroprotectores, por lo que sus conclusiones tampoco me han parecido especialmente relevantes, debido al conflicto de intereses.
Como fisioterapeuta que además reconozco mis limitaciones en el conocimiento del tema, no puedo ni debo hacer recomendaciones sobre ingesta o cese de la toma de este tipo de medicamentos. Lo que sí puedo hacer es recetar sentido crítico, y puedo recomendar a mis pacientes y lectores que pregunten a su médico en caso de duda con estos y otros medicamentos que aparecen señalados en diversos estudios,análisis y guías clínicas como «de dudosa eficacia» , para evitar así sobreuso de medicamentos poco adecuados y no olvidar otras intervenciones que, reguladas y controladas, ayudan a mejorar cierta sintomatología de la atrosis, como un buen programa de ejercicio adaptado a las necesidades de la persona, o medicamentos con beneficios significativos demostrados.
Imagen «Matrix Lego» por Pascal con licencia creative commons.
[Recopilatorio LCA]
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