Ni los Reyes, ni Papá Noel, ni tufisio.net ni nadie: hay regalos que no te pueden dar sin más. Hay cosas que cada uno tiene que conseguir por sí mismo. En cuanto a salud, es habitual que se hagan los ya rutinarios propósitos de año nuevo, por eso estos días los gimnasios ponen precios de oferta y hay tantos anuncios de productos dietéticos y remedios para dejar de fumar. El problema es que el cambio de calendario no es suficiente para afrontar los propósitos saludables. Hacen falta, al menos, 7 regalos saludables que no te han traído los Reyes, pero que puede conseguir cada cual por sí mismo.
Estos 7 regalos saludables por lo tanto no son algo físico. No son tangibles. Son unas cualidades necesarias para conseguir que este año sí que se cumplan por fin esos propósitos saludables que muchas veces se comienzan con entusiasmo en enero para abandonarse antes de llegar a febrero.
- Motivación: Es el pilar básico, la chispa que enciende el motor. Para afrontar un reto saludable, sea cual sea (dejar de fumar, comer de forma más saludable, beber menos alcohol, hacer más ejercicio…) es necesario que la persona tenga un fuerte impulso de conseguirlo. Este impulso habrá que estructurarlo, pero lo primero es que ese ánimo de lograr el cambio sea potente. La motivación puede ser mayor con unos objetivos claros, con una planificación estructurada, con el apoyo de familiares o amigos que traten de conseguir los mismos objetivos, etc.
- Paciencia: Después del impulso inicial, hay que tener la templanza necesaria para recordar que los milagros no existen, a no ser que uno trabaje para conseguirlos. El cambio llegará, pero todo resultado requiere hacer las cosas bien durante el tiempo que sea necesario para cosechar los frutos. En el caso del gimnasio, por ejemplo, si entrenas de forma adecuada con una cierta regularidad, a lo mejor no hay cambios visibles hasta pasados seis meses, pero te notarás mejor desde el primer mes.
- Sacrificio: Trabajar para cambiar un hábito es duro y requiere un esfuerzo activo por parte de la persona. Que el calendario haya cambiado de año no va a hacer que las cosas sean más fáciles. Lo que costaba el año pasado sigue costando en el presente, solo que ahora por fin te has motivado para hacerlo. Seguir la planificación ayudará a que el sacrificio lleve a unos resultados saludables, por lo que es necesario contar con la información correcta. Por eso recomiendo que para dieta o ejercicio se consulte siempre con personal preparado.
- Constancia: De nada sirve que te sacrifiques mucho una semana para saltarte las pautas la semana siguiente. Se realista, planifica unos objetivos a corto, medio y largo plazo que se puedan materializar. Utiliza la ayuda de amigos, familiares, profesionales y quien sea necesario para que te guíen a la hora de seguir el mejor camino para llegar a la meta, sea ésta dejar de fumar o correr una maratón, según tus propósitos y capacidades.
- Coherencia: No hagas trampas. Luchar por conseguir un objetivo saludable no te da «vía libre» para descuidar otras facetas. Por ejemplo, si empiezas a hacer ejercicio, eso no justifica que descuides tu alimentación. Si dejas de fumar, no sigas bebiendo como si no hubiera un mañana. Creo que es más razonable reducir un poco, de una forma realista, pero no tirando por la borda al mantener o aumentar otros hábitos nocivos. Si fumas un poco menos, bebes alcohol un poco menos, tomas menos comida basura y bebidas azucaradas, haces un poco de ejercicio… Te sentirás mejor que si solo haces mucho ejercicio o dejas radicalmente de fumar, pero mantienes una alimentación de pena y otros hábitos nocivos.
- Tiempo: ¡Uy! Este si que es complicado de conseguir. El tiempo se nos escapa sin que podamos detenerlo, y eso tampoco va a ser diferente tras el cambio de año. Lo que sí puede cambiar son tus prioridades. Cambiando la forma de organizarte puedes lograr encontrar hueco para hacer cosas que dabas por imposible. En mi caso, por ejemplo, me he dado cuenta de que si tengo varias cosas planeadas que hacer, las voy haciendo todas. Tal vez no me de tiempo a alguna, pero sí que logro completar la mayoría. Si tengo mucho tiempo para pocas tareas, termino sin aprovecharlo tanto. Por eso insisto en la planificación. Es la única manera de que todo cuadre para conseguir ese objetivo saludable que nos hemos propuesto.
- Realismo: No hay que perder el norte, ni hacer castillos en el aire. No hay que abarcar más de lo razonable. Ser realista es la base para conseguir no desistir. Los logros y el aumento de la dificultad de los objetivos a conseguir se alcanzarán poco a poco. Hay que ser realista, pero también ilusionado y optimista. Hay que ser humilde con los objetivos pero también, poco a poco, ir aspirando a más. Siempre es un buen momento para comenzar una vida más saludable. Documentarse, trazar un plan, buscar apoyo en amigos, familias y profesionales y avanzar lento pero seguro: así conseguirás unos cambios en tus hábitos que te reportarán una mejora de tu salud a medio y largo plazo, gracias a la mejora de tu alimentación y estilo de vida activo.
Imagen por J D Hancock con licencia creative commons
Excelentes recomendaciones, al leerlas se puede quizá muchos reflexionen pensando en que sabemos un poco de cada tema, pero algunos escasos individuos lo pondremos en práctica, particularmente considero que para mantenerse motivado es imprescindible para muchas personas, unirse a quienes tengan objetivos en común.